PREPARACIÓN DE ADVIENTO
¿A QUIÉN ESPERAMOS?

Los judíos no reconocieron al Mesías, porque lo esperaban DIFERENTE. Hasta los apóstoles se escandalizaban de un camino de Cruz. A menudo nos imaginamos a Dios de una maneradistinta a la suya. Nos hacemos un Dios según nuestra imagen. El adviento, pues, nos pone en disposiciones para recibir a Jesús tal como venga, despojándonos de nuestros esquemas, para abrirnos a su gracia.

EN CADA UNO

Todos tendemos a pensar que las cosas irían mejor si NOSOTROS fuéramos deferentes de lo que somos. Si tuviéramos mejor temperamento, otras cualidades ... Y sólo en la medida en que encontramos a Dios en cada uno, y en mí mismo, somos capaces de vivir el presente y cambiarlo. Jesús no se acerca a través de una realidad ideal, sino en lo cotidiano. Y lo que pide son disposiciones de acogida, de servicio, de pedir perdón ...

AL ESTILO DE MARÍA

Podemos esperar a Jesús como Alguien que nos tiene que venir de fuera, y la experiencia de María es la de encontrarlo DENTRO DE ELLA. Tenemos que recibir a Cristo en el "corazón", antes que en el "cuerpo", como Ella. Y eso supone un despojamiento, para dejar que Él sea el centro de nuestra vida.

EN COMUNIDAD

Todo eso no lo vivimos solos, sino JUNTOS, en una comunidad o familia concreta, que tiene sus defectos. Una familia a quien no servimos con nuestra habilidad o inteligencia, sino a través de la estimación, de la comprensión, de la paz, de la buena convivencia.

        QUIZÁS ENTONCES CRISTO HARÁ NAVIDAD EN LA TIERRA

 

EL   MISTERIO  DE   NAVIDAD
LA CELEBRACIÓN DE LA NAVIDAD

Navidad nos hace celebrar cinco aspectos importantes de Jesús:

1-  El día del Sol invicto, que es la fiesta pagana dedicada al SOL, que vuelve a vencer las tinieblas alargando nuevamente el día. Propiamente el día 21 de diciembre es cuando, pasadas las tinieblas de las largas noches de otoño, la LUZ comienza a crecer. Pero para los antiguos habían de pasar tres días para confirmarlo, y entonces una cosa era cierta. Por eso la fiesta se celebraba el día 25. Los cristianos, ya antes del año 336, comenzaron a celebrar el día "natalis" de Jesús, el "SOL que viene del cielo" como cantamos cada mañana.

2-  Los desposorios de Dios con la humanidad a través de la persona de Jesús el DIOS-HOMBRE. En Jesús, como ha enseñado durante años la teología, se han unido las dos naturalezas, la de Dios y la del Hombre, en una fusión inseparable. No es, pues, porque sí, que la noche de Navidad cantemos: "el Señor viene del cielo como un ESPOSO".

3- Navidad nos lleva inevitablemente a la Pascua. En los villancicos de Jacinto Verdaguer, nunca falta una alusión a la muerte del Niño. Navidad es, pues, el primer día del ciclo pascual. Y nuestra sociedad, a pesar de tanto consumo, recuerda también en estos días  el SUFRIMIENTO que doblega a tantos millones de humanos.

4- Navidad anticipa la segunda venida de Jesús a la tierra, al final de los tiempos. San Agustín predicaba con agudeza: si no lo hemos reconocido en la venida de Navidad, tampoco lo reconoceremos en la segunda venida, cuando vendrá para dar a cada uno su recompensa. En Navidad lo decimos claramente: "vendrá de la misma manera".

5- Y,  evidentemente, celebramos el nacimiento de Jesús en Belén. Sobre el lugar no hay certezas históricas sino bíblicas. Dice el profeta Miqueas: "tú, Belén, no eres ni mucho menos la más pequeña, porque de ti nacerá el SOL de justicia"... También hay fechas antiguas que lo confirman. Cuando Adriano, en el año 135, quiso borrar las huellas judías y cristiana de la tierra de Jesús, edificó tres grandes templos paganos en tres lugares clave: en el lugar del Templo de Jerusalén, en el lugar del sepulcro de Jesús y en el lugar de la actual basílica de Belén. Esto quiere decir que, ya en los primeros tiempos, allí se rememoraba alguna cosa extraordinaria.

 

LA CUARESMA, UN CAMINO HACIA DIOS


SEMANA DE CENIZA.  AHORA es el comienzo del CAMINO


Miércoles de ceniza Joel dice: AHORA
Jueves el Deuteronomio dice: HOY, y Lucas dice CADA DÍA.
Viernes Isaías repite: CADA DÍA, y Mateo viene el DÍA.
Sábado Isaías añade: EN TODO MOMENTO.

Dicen los Padres del Desierto: Aquél que pierde oro o plata, podrá encontrarlos, pero el que pierde el tiempo no lo encontrará jamás (PL73,939).

Karl Rahner escribió: Durante un único tiempo de nuestra vida, nace el fruto de la eternidad. En este tiempo, cada momento es precioso y decisivo, puesto que ningún instante no puede ser substituido por otro. Si vivimos en Cristo, cada día es el momento oportuno. Por eso en Cuaresma S. Pablo nos dice: AHORA es nuestra mejor oportunidad, el DÍA de Salvación. Ningún AHORA puede perderse, porque cada momento es un Don precioso de Dios.
Por difícil que sea, sobre cada momento dice la Escritura: Este es el momento de Dios, esta es SU HORA de Salvación.

¿DEJAREMOS ESCAPAR ESTA NUEVA OPORTUNIDAD?

 


(Eucaristías de la semana Primera)
EL CAMINO DE NUESTRA CONVERSIÓN
pasa por tener unos nuevos
fundamentos


Lunes:       
RELACIÓN con el PRÓJIMO, lo hacemos a Jesús (Mt 25)
Martes:     
RELACIÓN con DIOS, rogar con el Padrenuestro (Mt 6)
Miércoles:
RELACIÓN con la VIDA, ver los señales de conversión
                 (Jonás i Lc 11)

Jueves:
RELACIÓN con NOSOTROS MISMOS, conscientes de los propios
                  límites, pidamos, y Dios nos dará
(Ester y Mt 7)
Viernes: RELACIÓN con el CULTO, para acercarnos al Altar, tenemos que
               estar en paz con todos
(Ez 18 y Mt 5)
Sábado:
RELACIÓN con el IDEAL, ser buenos como el Padre (Mt 5)

 

TEMA CUARESMAL

LAS TENTACIONES SON UN DON

Según He 4,15 no tenemos un Pontífice que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, ya que ha sido probado en todo, como nosotros.

Eclo 33,1  dice que quien teme al Señor, incluso en la prueba, será liberado. Y 1Cor 10,13 nos lo confirma: Dios, que es fiel, no permite que seamos tentados por encima de nuestras fuerzas, sino que Él tiende su mano para superarlas.

Santiago 1,1ss  recomienda que cuando pasemos cualquier tentación, lo miremos como un motivo de ALEGRÍA, sabiendo que nuestra fe, cuando es probada, engendra la paciencia perseverante. Y dice FELIZ el hombre que soporta la tentación, porque cuando triunfe, recibirá la corona de la Vida que el Señor ha prometido a los que le aman.

Finalmente 1Pe 1, 6 concluye que aunque ahora seamos afligidos con diversas pruebas, todo es para que nuestra FE, más preciosa que el oro probado por el fuego, se vuelva  motivo de alabanza y de gloria cuando Jesucristo se REVELARÁ. 

 

FIESTAS  DE LOS SANTOS

Lo más positivo dentro de la Iglesia es la santidad anónima. En las fiestas de los Santos celebramos esta santidad, acordándonos de nuestros difuntos, unos santos ordinarios que llevaron a cabo el MILAGRO SENSACIONAL de la fidelidad escondida.
Si las bienaventuranzas son el programa de los santos, podríamos decir que la MANSEDUMBRE es la actitud central. Una mansedumbre que desemboca en la dicha de los FUERTES. La mansedumbre, la dulzura, o la ternura, no se dan sin fuerza. Jesús no vino en absoluto a santificar el algodón. El evangelio está hecho de superación y exige VIGOR, puesto que su dulzura no es superficial, sino que obliga a ir contra corriente. Detrás de la ternura y la dulzura de Cristo hay la fuerza de un amor desarmado. Dios se manifiesta en la debilidad de Cristo.

En este momento de tanta violencia en la calle, se nos hace difícil intuir la fuerza que hay detrás de la dulzura modesta, íntima. Es una fuerza para sí mismo, no en la galería, y no tiene nada que ver con la debilidad fácil. El manso es el más fuerte, puesto que esta cualidad supone un gran dominio de uno mismo. Sólo reconociendo nuestra vulnerabilidad, podremos ser dulces para los otros.

El éxito no es del que tiene la última palabra, sino del que sabe comunicar, a través del silencio, una realidad más alta. No se trata de esconder el mal, sino de vencerlo con la MISERICORDIA que viene de Dios.

No son en absoluto los ricos los que poseen la tierra, sino los mansos que, lejos de toda competición, no quieren arrancar nada a nadie.
Esta santidad anónima es el único camino para construir una Iglesia ALEGRE.
 

 

UNA  HOMILÍA  PARA  LOS PECADORES


La historia lo llama "el buen ladrón". Claudel lo señala como el "primer santo". Y San Agustín no se equivoca cuando le hace esta pregunta: "dime, ladrón, que te ha movido a creer en Jesús, ahora que ni los discípulos se atreven a hacerlo?". Y Agustín pone en la boca del ladrón esta respuesta: "Yo no he oído nunca hablar de las parábolas del Reino, no sé nada sobre las profecías, pero cuando me ha mirado, lo he entendido todo"

Este ladrón no es más que un deshecho humano, pero ahora sabe que existe para alguien. Alguien que, justamente, también se encuentra en la fila de los condenados. Alguien que no le pasa cuentas, que no se mofa de su fracaso, alguien que le liberado de su miseria.

Ha comprendido que su vecino de agonía está cerca de los pecadores de todo tipo: Zaqueo, la prostituta, el herido abandonado en el camino, o Pedro, el renegado.
Ha comprendido que, a su lado, todos somos los perdidos, en todas las modalidades.

El ladrón lo ha entendido todo. Jesús es quien salva a los hombres, no desde arriba, desde lejos, dominándolos, aplastándolos, sino que se pone al nivel del  hombre, mezclando su corazón entre nuestras miserias. Su pesebre y su cruz están al mismo nivel que las nuestras.

Jesús ha anulado las distancias. Ha venido para estar con nosotros, para compartir nuestra débil condición y para que nosotros compartamos la suya. Por eso pronuncia: "Hoy estarás conmigo en el paraíso".

Mirando la cruz, también nosotros queremos decir: "Señor, tan sólo he sido un pobre pecador, pero ACUÉRDATE DE MI EN TU REINO".

Denys Sibre

EL  VIVIR COTIDIANO          (flores de Galilea)

Ahora es la hora de valorar el vivir cotidiano, la fidelidad escondida.

Jesús, nos concede "gracia sobre gracia". A nosotros nos toca corresponder con un AMOR renovado. El amor de las cosas pequeñas que no se hace notar, la generosidad espontánea que no espera recompensas.

Ahora es el momento de vivir "a solas" con Jesús y con los demás, a través de los pequeños gestos llenos de heroicidad. Y para quien se lo tome con seriedad, es posible que la vida le cambie radicalmente. 

¿No es Él la mayor recompensa que podemos esperar?