BLOC · BLOC · BLOC · BLOC · BLOC · BLOC · BLOC · BLOC · BLOC · BLOC · BLOC · BLOC ·

 

 VISITAD  LA EXPOSICIÓN

 

Hna. María Regina Goberna Juliá 

 

 

 

 

Enero del 2011
LA TRINIDAD COMO FUNDAMENTO E INTERLOCUTORA DE LA LIBERTAD HUMANA
Teresa Forcades 2011

(Resum) 4ª classe: La “persona” en S. Agustín

Algunos datos históricos del tiempo de Agustín

En el año 330 se funda la “nueva Roma” que es Constantinopla, y en el 430, cuando muere Agustín, cae el imperio romano de occidente. En oriente, pero, se mantiene el imperio hasta el s XVI, con la capital en la misma Constantinopla, que ahora toma el nombre de Bizancio. En el 430, pues, cuando muere Agustín, empieza la época medieval en occidente.

Contexto del Tratado de la Trinidad de Agustín

Agustín lo escribe cuando ya es anciano, y la mayor parte de su libro es un cántico de enamorado. Él está fascinado por el misterio de Dios, con la fascinación del poeta.
Podríamos decir que Basili y Gregori Nazianceno se paran ante el misterio, puesto que creen que nosotros no podemos entrar, ni entenderlo. En cambio Agustín sabe, igualmente, que no llegará, pero continúa dándole vueltas, porque le gusta, y prueba de ir haciendo aproximaciones.
Hablando de Dios, Agustín no se para. Sabe que las palabras son insuficientes, pero hace como los enamorados, fascinado ante Dios, se deleita al ir hablando, queriendo, a la vez, transformar el propio corazón. El objeto de la teología es transformar la vida de acuerdo con lo que vas pensando, a fin de que las palabras no te sean nunca indiferentes.

Ser “persona” en Agustín

Por Agustín ser persona es “ser con”, y esto tiene dos dimensiones intrínsecas: “ser tú mismo” (esse in) , y ser “en relación con el otro” (esse ad).
Y aquí tendríamos el nervio de este curso, cuando decimos que el ser tú mismo (ser libremente), es indisociable del ser con los otros (ser amor). Aunque hablamos con expresiones diferentes, las dos dimensiones crecen a la vez: cuanto más libre, más aprecias a los demás, y cuanto más aprecios, más libre eres. El “esse in” está en relación al interior, y el “esse ad” en relación con el exterios, porque para amar tienes que ser libre por dentro, y si tienes un interior liberado sabrás estimar.

El error de la modernidad fue poner la razón (esse in) por encima de la relación (esse ad), y ahora los posmodernos ponen la relación por encima de la razón. Veremos que Tomás de Aquino acentúa la razón, y que Ricardo de S. Víctor pone el acento en la relación. En cambio, la teología trinitaria que propongo es la de no separar razón de relación, puesto que las dos se completan.

Hay personas más dotadas para una vida interior (plegaria) “esse in”, y otras para una vida de servicio (donación a los demás) “esse ad”, pero las dos dimensiones son a la vez necesarias. “No puedes amar a Dios que no ves, si no aprecias el hermano que ves”, dice S. Juan. Ni puedes amar a los otros, si no tienes capacidad de soledad interior.

Pero cómo nosotros hemos sido creados para un Amor Absoluto, tenemos que ser conscientes que siempre tenemos que ir más allá de la persona a quien amamos. Nos tenemos que amar del todo, con el corazón abierto, pero sabiendo que en mí y en el otro hay límites. Entonces descubrimos la maravilla de sentir que hay un AMOR más grande que el nuestro.

                      Decía el P. Miquel *Estradé, monje de Montserrat: “los monjes (cristianos) tenemos que ser los más
                      humildes, porque amamos a un Amor MÁS GRANDE que el nuestro”.


Y esto pide el trabajo de un peregrinar de cada día, durante el cual Dios te encuentra allá donde estás, en tu proceso. Y allá donde estás, Dios tiene bastante con que hagas lo que puedas, tanto si es mucho, como si es poco. Nosotros querríamos siempre ser los que hacemos más, pero para Dios, que nos ha hecho a todos diferentes, no es importante. Para Él es tan divino ser “donación” como el Padre, como ser “recepción” como el Hijo. No es mejor tener, que no tener. Recibir que dar. Tener poder, que no tener. Jesús, el Hijo, justamente a través del camino del NO-PODER nos ha salvado.
Es que no es casualidad que Jesús haya nacido pobre, y se haya acercado a los pobres, Él que es el Hijo (el “Pobre”), que todo lo recibe del Padre.

Este es el núcleo de nuestra CONVERSIÓN: dar lo que podamos, tanto si podemos mucho, como poco, porque es tan divino DAR como RECIBIR.

Misiones y *processiones

Mientras los Capadocios (Basilio y Gregorio) decían que después de hablar del Misterio, lo mejor es callar, Agustín piensa que la mejor manera de acercarse al Misterio es continuar abriendo puertas.
De los 6 autores que estudiaremos, diría que: Agustín y Tomás nadan en el Océano, yendo siempre más allá. Basilio y Gregorio nadan en el Mediterráneo, parándose ante el Misterio. Y Ricardo de S. Víctor y K. Rahner nadan en una piscina, poniendo su propio sistema por encima de la realidad de Dios, como si ya lo hubieran dicho todo sobre Dios.

La genialidad de Agustín es que, siguiendo la Escritura, dice que lo que Dios hace en el tiempo, no puede ser nada más que el que Él ES eternamente. Por lo tanto, si el evangelio nos dice que el Padre ha enviado el Hijo, quiere decir que eternamente el Padre lo envía, aunque no haya cambio de lugar. Agustín cree que hay que concebir la relación eterna, como la que hay en el espacio y el tiempo. Así, con una dinámica paralela a la de enviar (cuando decimos que el padre “envía” el Hijo) él afirma que en la eternidad el Padre engendra (el Padre “procesa”) el Hijo. Así, lo que las “misiones” son en el tiempo, según Agustín, es lo que las “processions” son eternamente.

Y esto es como “rasgar el velo” del templo. Es hablar de Dios en términos humanos.

Cuando Jesús muere, Mateo dice que la cortina del Santo de los Santo, la que separaba lo sagrado de lo profano, se rasgó. Queriendo decir que ya no se debe separar el reino divino del humano, puesto que estos dos reinos, en Jesús, y por Jesús, están unidos, desde ahora, y por toda la eternidad. Lo que Dios Es en el cielo, a través de Jesús, es lo mismo que hace en la tierra, puesto que en Él, Dios se ha unido a nosotros.

Según el evangelio de Juan, Jesús ruega diciendo: “Padre, que todos sean uno, como Tú y Yo somos uno”. Y esto supone nuestra participación en la vida divina, nuestra “divinización”. Esto es nacer de nuevo, es el bautismo, es entrar en una vida que no viene del querer de los hombres, una vida donde no hay hombre ni mujer, sino que, con una personalidad única, cada cual es imagen de Dios. Todos somos una operación única e intransferible, en el espacio y en el tiempo, del Amor y la Libertad infinitos y absolutos de Dios.

Y Agustín no se para, porque se siendo atraído hacia estas alturas que lo han enamorado, a pesar de saber que no lo sabe todo, ni lo controla todo.

La generación en Dios (la procesión)

Desde toda la eternidad el Padre engendra el Hijo, y el Hijo es engendrado porque quiere, da el consentimiento. En la vida humana esto es imposible, nosotros no podemos preguntar al hijo si quiere nacer, pero en la vida del espíritu, hace falta que digamos sí, cada vez.
La libertad no es una ilusión moderna, sino que existe en el amor, cuando damos nuestro sí al Amor.

La liturgia cristiana, en los sacramentos, nos pide el consentimiento libre. Y si hoy decimos sí al amor, mañana podremos hacer un gesto más libre y más grande, durante nuestro camino. En cada momento del espacio y el tiempo, tenemos la dignidad existencial, que nos permite responder a Dios. Diciendo sí o no, podemos cerrarnos o abrirnos como personas.

Por eso yo digo que la Trinidad es fundamento e interlocutora de la libertad humana. Puesto que el ser Persona, en Dios, tiene una dignidad irreducible de voluntad de ser. Dios existe como Trinidad, por voluntad del Padre, del Hijo, y del Espíritu santo. Y por eso son Personas que se aman con un Amor que siempre es bidireccional, y por eso tienen tres voluntades, en el misterio de su simplicidad.

Sabemos que todo esto son formas insuficientes para hablar de Dios. Pero sirven para tener abierta la mente a un Dios que siempre está más allá.

Decimos que el Padre engendra porque quiere, y que el Hijo es engendrado porque quiere. Y cuando esto lo aplicamos a nosotros decimos “nacer de nuevo”, puesto que nacer espiritualmente quiere decir nacer a la entrega. Y este nacer de nuevo lo tienes que ir realizando constantemente, por AMOR. Cada vez que dices sí a Dios, te “cristificas”. Es así que somos invitados a ser hijos en el Hijo. Y cómo somos conscientes que no siempre respondemos, aquello que no sabemos hacer, lo lanzamos confiadamente, humildemente, en el Océano de Dios.

Es fundamental creer que en Dios no hay orden jerárquico. Aunque hay una precedencia lógica en el Padre, las tres Personas son simultáneas. Cuando dices Padre, quiere decir que hay un Hijo, por lo tanto: no hay Padre (ngendrador), sin Hijo (engendrado), y sin Espíritu (reciprocidad de Amor).
El ser del Padre es donación completa al Hijo, el ser del Hijo es recepción completa de lo que le da el Padre, y el ser del Espíritu es la reciprocidad del Amor que se dan el Padre y el Hijo.

La Trinidad interior

S. Agustín cree que siendo imagen de Dios, que es Trinidad, también nosotros debemos tener un carácter tripartito. Y a  esto le llama la Trinidad interior. Y él encuentra dos caracteres trinitarios en nuestro interior, uno de relacional y uno de racional.

Nuestra Trinidad relacional (que viene del “esse ad”)

Nosotros, dice, participamos de la vida de Dios, porque Dios nos ha invitado a adentrarnos en Él, sin decirnos nunca “aquí no puedes entrar”. La cortina del Santo de los Santos ha sido rota. Desde la humanidad nueva, a la cual Jesús nos invita, estamos en Dios sin privatizaciones.
Agustín dice: “Oh hombre, has sido creado sin ti, pero no te salvarás sin ti”. Dios nos pasa la responsabilidad de salvarnos. Nos invita a Ser, si lo queremos. Entonces, por la Gracia, somos unidad entre nosotros, y en un solo Espíritu con Él, a través del AMOR.

El Amor, para Agustín, es la Gracia de Dios. Él dice CARIDAD, que viene de “jaris”, que quiere decir “gracia”. El amor hace que Dios esté presente en nuestra relación, puesto que Dios ES Amor. Y en el Amor de Dios, igual que en el nuestro, tenemos:

1- Quien ama (AMANS) que es el Padre, y que es, también, nuestra capacidad de amar.
2- Quien es amado (AMATUM) que es el Hijo, y nuestra capacidad de ser amados.
3- Y el amor (AMOR) que es el Espíritu, y nuestro amor recíproco.
Y a esta analogía trinitaria, Agustín lo denomina relacional.

La forma de amar del Padre es Amor puro. La del Hijo es recepción pura, dejándose amar plenamente. Y la del Espíritu es este Amor de reciprocidad que se dan el Padre y el Hijo. Por lo tanto, cuando amamos, es porque Dios está en nosotros que, como Él, tenemos una capacidad de Amor relacional. La Trinidad relacional, en el Amor, la profundizaremos más con Ricardo de S. Víctor. En cambio Sto. Tomás de Aquino profundiza más nuestra trinidad racional. Y la genialidad de Agustín es de unirlas las dos.

Nuestra Trinidad racional, o psicológica (que viene del “esse in”)

Agustín dice que nosotros tenemos:
1- La memoria (MENS) que viene del padre, y que está en el origen de todo conocimiento.
2- La inteligencia (NOTITIA) que viene del Hijo, y que nos da la comprensión del conocimiento.
3- Y tenemos la voluntad (AMOR) que viene del Espíritu, y que se activa voluntariamente, cuando lo desea el conocimiento.

Ver, sólo, las cosas externas, es dejarse arrastrar por las pasiones. En cambio, integrar la visión del conocimiento interior, o espiritual, poniendo amor, nos hace vivir la “Trinidad integrada”.
El alma racional se prostituye, cuando vive de acuerdo con el hombre exterior, pendiente de los halagos de los sentidos corporales, y arrastrada por las pasiones. En cambio, vive integrada en la Trinidad, cuando une la memoria (el Padre), en el conocimiento o reflexión de la imagen (el Hijo), y lo hace porque le gusta, con voluntad amorosa (el Espíritu). Entonces podemos decir que, psicológicamente, la persona humana es “capax Dei”.

Pero quien no ha recibido este DON, de todo esto que estamos hablando, no entenderá nada.

Regina Goberna
 

 

Diciembre del 2011
LA TRINIDAD COMO FUNDAMENTO E INTERLOCUTORA DE LA LIBERTAD HUMANA
Teresa Forcades 2011

(Resumen) 3 ª clase: La Trinidad en Agustín de Hipona (sIV)

Mientras Basilio habla de la Trinidad como COMUNIÓN o coordinación, a partir de la distinción (no de la  subordinación) y Gregorio Nacianceno habla de RELACIÓN, a pesar de las propiedades intransferibles de cada Persona, Agustín explica las relaciones de la Trinidad en tres conceptos: un "ESSE AD" (ser en relación a la otra persona) y un "ESSE IN" (ser en ti mismo), y este ser a la vez fuera y adentro, lo define como un "ESSE CUM". Así la comunión o relación entre las Personas de la Trinidad queda dignificada por el reconocimiento de la distinción entre ellas, constitutiva de la persona.
La relación supone, siempre, un SI libre y responsable de cada ser que existe en sí mismo y fuera de él mismo.

La libertad, tanto entre las personas divinas, como entre las humanas, es indispensable. Todos somos agentes, con voluntad propia, y eso es lo que nos constituye en unidad. En Dios, pues, tenemos tres voluntades que se unen libremente, pese a que algunos teólogos lo nieguen (como por ejemplo K. Rahner).

Si partimos de la necesidad de ejercer actos libres de la voluntad, debemos decir que las personas humanas no somos una prolongación de Dios, sino que estamos fundamentadas en un acto libre del Amor de Dios, que nos hace totalmente LIBRES. O sea que, porque nos ama, al crearnos Dios se repliega para dejarnos espacio.

           (Recuerdo que el P. Evangelista Vilanova a menudo nos decía que Dios, para crear, hace como los
           océanos que se retiran a fin de dejar emerger la tierra. Una idea que siempre encontré magnífica)


Así, también nosotros estamos llamados a estos "actos libres de amor", dejando espacio para los demás, nunca dominándolos jerárquicamente. Este sería el fundamento de toda democracia.

En las relaciones trinitarias, a esta forma de relacionarse la llamamos "pericorètica", de "peri" = alrededor, y "coreo" = espacio. Es como si habláramos de la "danza divina" que Dios tiene en su Seno, y a su alrededor, ante todo lo que ha sido creado. Esta es la verdadera COMUNIÓN, no el uniformismo.

Los Padres Capadocia (Basilio y Gregorio) hablan de este movimiento como divinización de las personas (theiosi), y que quiere decir, igualmente: dejar, en nosotros, espacio a Dios. Sabemos que conocer a Dios es imposible, en cambio podemos dejarnos habitar por Él, a través de su Espíritu que constantemente nos es regalado. Esto se convierte por un conocimiento basado en el amor, no en la inteligencia. Por eso podemos decir que Dios se reconoce por la relación "pericorètica" del amor, y esa es la base de nuestra divinización.
Es en cada momento que tenemos la posibilidad de auto determinarnos para acoger libremente la libertad de aceptar ser amados y de amar así.

En Dios y en nosotros hay tres formas de amor, y las tres tienen la misma calidad de amor (aunque no supongan el mismo grado de felicidad).
1 - El Amor que es TODO donación (como el del Padre)
2 - El Amor que es TODO recepción (como el del Hijo)
3 - El Amor que es TODO reciprocidad (como el del Espíritu)

Todos sabemos que no siempre el amor es plenamente correspondido, y no por ello deja de ser amor de menor calidad.

El amor que se da sin recibir nada a cambio, es el que tiene el Padre, que es como el padre del hijo pródigo, que cada día espera, alarga la mano, aunque pueda recibir rechazo. No querer recibir nada del otro sería paternalismo o maternalismo, que en realidad son amores falsos. Dios, en cambio, como el padre de la parábola, quiere recibir el amor del hijo pequeño, aunque éste no le corresponda. La biblia pone en boca de Dios aquella lamentación: "pueblo mío, ¿qué más podía hacer por ti? Respóndeme!" Incluso en la frustración es posible amar del todo. Esto es lo que hace el Padre.

El amor que recibe y no da, no porque no quiera, sino por pobreza filial, es el del Hijo. El Hijo devuelve al Padre lo mismo que el Padre le ha dado, "de tuis donis ac datis" que decimos en la Eucaristía. Un ejemplo de este amor, en nosotros, lo podemos encontrar en el pedir perdón. Cuando pedimos perdón sinceramente, nos sentimos realmente pobres, y sentimos que el perdón es un don que nos regalan, sin que en ese momento lo merezcamos, como el hijo que se ha marchado de casa, de la parábola. Este es el amor de pura recepción. Es el amor del Reino que recibimos con POBREZA, ya que Dios nos lo regala sin que el hayamos merecido.
Ni ricos ni pobres, ni sabios ni ignorantes, no merecemos el Reino, es Dios quien nos lo regala gratuitamente, independientemente de nuestras capacidades.
En Dios nuestras diferencias no son un problema. Todos somos amados con el mismo amor. Todos somos esperados o deseados por Él, con el mismo amor, como el padre de la parábola ama a su hijo pródigo.

Finalmente el amor de reciprocidad es tan gratuito como los otros dos, ya que no se trata de dar para recibir, o recibir para que luego te den, eso no es amor. El amor de reciprocidad da y recibe libremente, gratuitamente.

Entender esto es MUY IMPORTANTE. Nos es esencial entender que en todas las situaciones puedes amar. Necesitamos entender que el Dios trinitario no está formado por tres amigos que aman igual, sino por un Padre que da, por un Hijo que recibe, y por una Espíritu que es amor de reciprocidad. Y que, así, Dios nos es modelo de tres formas de amar. Por eso parar la otra mejilla, desde la libertad, puede ser, también, amor pleno.

Hay, pues, tres formas de amar: en reciprocidad, o dando sin recibir, o recibiendo sin dar. Como Dios, las personas no somos todas iguales. Las capacidades o talentos son diferentes, pero todos tenemos el derecho y el deber de amar y ser amados. Y la gratuidad está en las tres formas. La vida tiene sentido en los tres casos. La plenitud del amor humano puede estar en todas las situaciones, ya que necesitamos entender que en el amor hay también pobreza, y circunstancias que cuestan. También parar la otra mejilla, desde la libertad, es humanizador.

En realidad, sabemos que durante la vida, todos los amores se quedan a medio camino, y un día, en Jesús, llegarán a plenitud. Ya que todos los amores están guardados en el Seno de Dios.

Haciéndose bautizar en el Jordán, Jesús es el ejemplo del Pobre, alineado en la fila de los pecadores, y esperándolo todo de Dios, que es donación pura. Y este recibir de Jesús no es pasivo, ya que escuchar y responder, pide tanta actividad como hablar. Dios y nosotros nos realizamos en actividad.

Si Basilio escribió sobre la Trinidad, a raíz de una oración litúrgica (después de haber dicho el "gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo"), y si Gregorio habla de la Trinidad a raíz de un momento polémico (a fin de convencer a los que debían definir el dogma en el Concilio de Calcedonia); Agustín, en cambio, se propone hacer un tratado sobre el tema, que le dura los últimos 20 años de su vida. Y, como los de los Padres, es un libro mistagógico, donde te invita a entrar en el Misterio, no a querer entenderlo.

Regina Goberna

 

 
Noviembre del 2011
LA TRINIDAD COMO FUNDAMENTO E INTERLOCUTORA DE LA LIBERTAD HUMANA
Teresa Forcades 2011

 (Resumen) 2ª clase:  El ser de Dios y nuestra divinización  (sigue San Basilio sIV)

Hablando de las persones divinas, Basilio enseña que entre ellas hay distinción (no subordinación), en el seno de la COMUNIÓN. Hablando de las personas humanas dice que el objetivo es la DIVINIZACIÓN.
La divinización, según él, se realiza por el bautismo, que compromete a vivir un estilo de vida evangélico, o sea vivir como “resucitados” en Dios. Este es el DON del Espíritu. Y los que tienen el Espíritu, comunican la “semejanza” de Dios a los demás, y lo que es más anhelado: el deseo de “hacerse Dios”.

Con todo, es preciso darnos cuenta de la insuficiencia de nuestro lenguaje al hablar de Dios y de las personas. Por eso Basilio ataca a los que defienden fórmulas fijas, y así pretenden encapsular a Dios y a los demás.

Para Basilio, pues, les personas humanas deben vivir “en referencia” a Dios. Y eso no les quita la LLIBERTAD, sino que a través del Espíritu, les hace participantes de la REALEZA divina. Es que la libertad personal es inseparable de la noción de AMAR, y juntamente con esta noción, es constitutiva de nuestro ser imagen de Dios (“divinizados”).

Ejemplo de Macrina.
Para vivir la vida divinizada (la vida que es reflejo y participación de la misma vida de Dios), Macrina, la hermana mayor de Basilio, emprende una vida comunitaria, plenamente fraterna. Ella es la primera en hacer las tareas propias de las esclavas, a las que concede la libertad. Prescindiendo de los privilegios que le daría su nacimiento en una familia aristócrata, pone todos sus bienes y fuerzas a disposición de una vida en común.
Después de vivir con Macrina, y para hablar de una teología de la “divinización”, Basilio afirma que nuestra vocación es COMUNITARIA, “siendo como Dios, según las posibilidades de la medida humana”.  Puesto que en el Dios Trinidad, ninguna de las Tres Personas divinas no se atribuye a sí misma otra Vida que la que tienen en común.

De esta manera, en la constitución de comunidades plurales (mujeres y hombres, aristócratas y esclavos, judíos y paganos, latinos y bárbaros), cada miembro contribuye al bien común, de acuerdo con sus propias posibilidades, y nadie no se considera superior a los demás. Este estilo evangélico, precede y prefigura el dogma de la Trinidad, mientras hace presente, entre nosotros, la vida “divinizada”.

Es que la colaboración con Dios es fundamental para la persona, seamos conscientes de ello, o no. Dice S. Agustín: “Has sido creado sin ti, pero no te salvarás sin ti”. También Basilio dice que la persona ha de desear “hacerse Dios”” por medio del intercambio con Él y con los demás.

Me gusta que se hable de “divinización” como de un estilo de vida según el evangelio. Pienso que en este estilo entra todo el mundo, puesto que la forma de actuar según el evangelio debe ser el ideal religioso de toda persona que quiera ser buena, de cualquier creencia religiosa.
Me gusta que se hable de ello, como Amor y Libertad, constitutivas del ser de Dios y nuestro.
Me gusta que se identifique la “divinización” con la vocación de vivir, como Dios, en COMUNIDAD, prescindiendo de privilegios, para ponernos a disposición de una vida en COMÚN, ricos y pobres. (Regina)

Todas estas palabras, para los Padres, nos llevan a vivir el “MISTERIO”, no a querer entenderlo, quedándonos en la pura especulación.

Regina Goberna

 

 

1 de Noviembre del 2011
LA TRINIDAD COMO FUNDAMENTO E INTERLOCUTORA DE LA LIBERTAD HUMANA
Teresa Forcades 2011

Lo que me propongo en estos resúmenes de las clases es, dejando a un lado los datos más técnicos, fijarme en aquellas afirmaciones que pueden enriquecer nuestro pensamiento, sobre Dios y sobre nosotros mismos. Y explicarlo con el lenguaje que me sale del corazón. (Regina)

(Resumen) 1ª clase: Diversidad y comunión en la Trinidad y en nosotros

Es evidente que lo primero que hay que decir, al hablar de Dios, es que el lenguaje siempre es insuficiente, aunque no irrelevante. Dios y nosotros somos más de lo que quieren decir las palabras, y por eso tenemos el lenguaje del arte. Las palabras son, sólo, indicadores que señalan las realidades que están siempre más allá.
Pienso que es tan interesante descubrir quién es Dios, como quién soy yo. Y sobre todo profundizar en el sentido de la LIBERTAD, que es el gran don que tenemos, que nos asemeja a nuestro Dios.

La fórmula antigua con que se quería definir la Trinidad, era: “Gloria del Padre, por el Hijo, y en el Espíritu Santo” siguiendo a Plotino (y Platón), con un sentido subordinacionista (el Padre más grande que el Hijo, y el Hijo más grande que el Espíritu). La fórmula de Basilio de Cesarea (sIV) es: “Gloria al (con) el Padre, y al (con) el Hijo, y al (con) el Espíritu Santo, con un sentido de coordinación o comunión (las tres personas divinas son igualmente Dios).
Lo que es importante al hablar de la Trinidad, es mantener la Unidad sin perder la Diversidad. Es que en realidad para estar unidos hace falta que seamos diferentes. Dos gotas de agua se fusionan para formar una masa más grande de agua, pero con tan poca unión, que a continuación se pueden volver a separar. Los miembros de un cuerpo, en cambio, se unen tan estrechamente para formar un ser, que es imposible volverlos a separar sin destruir el mismo ser. La diversidad, pues, es constructiva de la unidad. Cada persona humana tiene una unidad y diversidad irreducibles, no sólo en el tiempo presente, sino que la mantendremos toda la eternidad. Eternamente unidos a Dios, seremos únicos.

Basilio posiblemente llega a esta idea de Dios Diversidad-Comunión, influenciado por su hermana mayor Macrina, que 10 años antes que él, ha fundado dos monasterios (de mujeres y de hombres), donde se vive la comunión eliminando esclavitudes, y diferencias de roles entre ricos y pobres, al estilo del evangelio de Jesús. La Diversidad de cada cual se vuelve Comunión, a través del servicio mutuo.
Parece que esta praxis evangélica ha traído a Basilio a la formulación trinitaria de Mt 28,19: “bautizad en nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”.

Si la palabra “persona”, en el sentido que lo usamos hoy (sustancia del ser), nace de las discusiones teológicas sobre la Trinidad ( Tertuliano (latino) siguiendo a Orígenes (griego) ss. II-III), quiere decir que en la Comunión entre el Padre, y el Hijo y el Espíritu santo, encontramos el fundamento de nuestro ser únicos y complementarios.

Si todos, pues, pusiéramos nuestra diversidad al servicio de la unidad-solidaridad, seguramente nuestra sociedad sería muy distinta.
Regina Gogerna
 

 

31 de Enero del 2010
La Profesión Solemne de tres monjes de Montserrat

Esta mañana algunas monjas hemos asistido a la Conventual de los monjes acompañando a 3 jóvenes que se han integrado definitivamente a la comunidad de los monjes.
Como la iglesia estaba llena hasta los topes,
a nosotras nos han hecho sentarnos en las sillas del coro con los monjes, rodeando con ellos el altar.
A pesar que hace 55 años que soy monja del monasterio de S. Benito, puedo decir que esta experiencia no lo había vivido nunca.

Encontrarme con la comunidad de monjes, a mi me provoca repasar un tramo largo de la historia. Nuestras dos comunidades creo que vivimos unidas con una relación sobria pero profunda. Aquel Coro con un centenar largo de monjes de quién recibimos tanto, ahora ha cambiado los rostros y el número. Los asientos vacíos me han recordado a muchos hombres de Dios que habían sido puntales para nosotras.

¡Qué gozo, pues, ver que otros siguen empezando el camino!

La eucaristía de la Profesión, parecida a la nuestra, nos ha puesto JUNTOS en manos de Dios, a través de Cristo. Y unidos a los que lo miraban desde "ariiba", después de haber cantado el "recíbeme, Señor" para siempre, del cual hoy hemos hecho un ensayo.

A la hilera de delante teníamos dos de los professos, y a la hora de la paz hemos intercambiado sentimientos, casi sin palabras. Las caras son cambiantes, pero la unión entre las comunidades de monjes y monjas se mantiene.

Cuando entré en el monasterio, el ejemplo de los monjes me fue decisivo. En ocasiones ellos nos han dicho que también la fidelidad de nuestra comunidad los aguanta.

Aunque a veces la vida hace curvas, andar al lado de los monjes creo que es un DON especial. Hoy, cerca del Altar lo he vuelto a agradecer a Dios.
¡... Y no porqué la familia de uno de ellos haya querido que también las monjas participáramos de la fiesta a la hora de comer!

 

 

Enero 2009
Me pidieron que explicara de manera personal, cómo leemos la Bíblia en el monasterio.

Lo comparto, como tantas otras experiencias monásticas, por si a alguien puede interesar


Cuando entré en el monasterio, ahora hace más de 50 años, en realidad yo quería ser misionera. Pero el hecho de que Teresa de Lisieux fuera patrona de las misiones, me decantó por la vida monástica, aunque no sabía gran cosa de la vida y espiritualidad que encontraría.
Actualmente son muchas las personas a quienes sorprende que me haya convertido en misionera desde el monasterio. Cómo he llegado aquí, y el papel que ha jugado la biblia, es lo que me propongo explicar en estas páginas.

Cuando vinieron los dos hermanos Tena (hoy uno de ellos obispo) en mi parroquia de S. Juan, en Barcelona, oí hablar por primera vez de la Liturgia, sin entender demasiado el alcance.
Al entrar en el monasterio, la liturgia se convirtió en el centro de mi vida. Enseguida me di cuenta de que era una de las riquezas que daban variedad a nuestro ritmo de vida. Desde el Adviento y Navidad a la Pascua y Pentecostés, y hasta reiniciar el ciclo, cada día era diferente.

Con la llegada del Concilio Vaticano II, que tanto de bien nos ha hecho a las monjas, junto con muchos otros aspectos, la liturgia se enriqueció enormemente a través del nuevo "leccionario litúrgico" con unos ciclos bíblicos de lecturas mucho más completos.
También al abrirnos más a nivel de estudios, tuve la oportunidad, durante casi 10 años, de unas clases particulares de Bíblia con un monje sabio y santo, el P. Guiu Camps, que han sido uno de los puntales más firmes de mi vida. No solamente aprendí a leer la Sagrada Escritura a partir de la exégesis y el estudio y reflexión personales, sino que durante años he buscado en ella mis propias conclusiones vitales.

Así, lo que al empezar fue un vivir la liturgia en sentido global, después se fue convirtiendo en un vivir, a través de la liturgia diaria, los textos bíblicos, haciendo un sacramento de la presencia de Jesús, ahora y aquí.

Con el estudio de los salmos, uno a uno, he ido descubriendo un color particular para cada uno. Cualquier hora del Oficio Divino, queda enormemente potenciada. La ocasión en que posiblemente fue escrito el texto o el título que la versión hebrea le da, el grupo al que pertenece el salmo, la posición que ocupa dentro del conjunto del salterio, o la intención por la que se puso a cada hora del Oficio, son toda una retahíla de datos que facilitan adentrarte más en el contenido. A mí personalmente me gusta usar unos folletines que me he hecho para cada plegaria del Oficio, que me recuerdan todas estas intenciones en cada salmo concreto.

Los textos del Antiguo Testamento, los tengo trabajados no sólo sirviéndome de introducciones más o menos especializadas, sino que me gusta imprimirme el texto bíblico, dejando espacios para añadir notas y comentarios. Y en muchos casos los escritos son en forma de plegaria o responden a situaciones o a lugares donde fueron redactados. Recuerdo por ejemplo, la conclusión del profeta Miquees relacionada con una experiencia importante de plegaria cerca del estanque "Gento" del pirineo, o la carta a los Efesios en la cima de la montaña del Montsant, o las negaciones de Pedro de Lucas cerca de los lagos de las Boulloses...etc etc. Bueno, es que normalmente aprovecho las vacaciones para leer con más detalle algún libro de la Bíblia.

Este método me hace sentir como si tuviera el privilegio "comerme el texto", sin dejar de digerir incluso los detalles. Si alguna gracia tienen estas páginas desastradas, es la de ser escritas sin ninguna finalidad más que la de entretenerme en el contenido, para que penetre en la vida. Me es completamente igual que haya repeticiones, o caladas, o añadidos que suben y bajan. Lo único que me interesa es que yo misma lo entienda. Y la verdad es que cada día, de hace años, me sirven para preparar los fragmentos correspondientes a la plegaria litúrgica. Sobre todo los de la Eucaristía. Ya estoy tant acostumbrada a ello, que si un día, por las razones que sea, me lo salto, tengo la impresión de vivir descentrada.

Este mismo método me sirve para el Nuevo Testamento, pero en este caso mucho más ampliado.

Las carpetas que ocupan las cartas de Pablo son bastante gruesas, y están bastante estrujadas por el uso. Una a una, con la ocasión en que Pablo la escribió, y los contenidos subrayados y ampliados. Tengo el convencimiento de que las cartas de Pablo son una de las comidas más sólidas para los que nos llamamos cristianos.

Y, naturalmente, el centro de interés lo tienen los 4 evangelios. Cada uno de ellos tiene una carpeta rebosante de apuntes. Durante muchos años estuve leyendo comentarios de cada evangelio en particular: Bonnard (Ed. Cristiandad 1976) para Mateo, Gnilka (Ed. Sígueme 1983) para Marcos, Fitzmyer (Ed. Cristiandad 1986) para Lucas, y Brown (Ed. Cristiandad 1979), Schnackenburg (Ed. Herder 1980), y Dood (Ed. Cristiandad 1978) para Juan. Aparte de estos libros básicos, he ido recogiendo comentarios diversos, de manera que por cada día del año tengo de 5 a 10, folios de resúmenes llenos de explicaciones. Así pues, durante el largo rato de "lectio" de la víspera (1 hora y media diaria), repaso los que me atraen más, o escribo nuevos. Entonces, además de entrar en el fragmento del día, me meto en el contexto en que lo pone el evangelista.
Claro está que de hace años no leo nada más que la Bíblia, aparte de los libros que nos leen en el refectorio, que normalmente dan profundizaciones interesantes sobre la vida y el pensamiento de la sociedad actual.

Sobre todo por Semana Santa la lectura de estos comentarios a los evangelios se intensifican, de manera que la atmósfera de la Pasión de Nuestro Señor, toma un relevo bien especial. Como las lecturas de estos días son tan primordiales, en muchas ocasiones he profundizado los temas ya desde el inicio de la cuaresma. ¡Y que bonitos que los he encontrado!

Ésta es la síntesis entre liturgia y biblia que alimenta el día a día monástico. Y sin eso, la vida en el monasterio me parecería superficial.

Pasando a la tarea misionera, nunca me habría pensado encontrar el camino a través de internet y sobre todo de la página web del monasterio.

Después de años de intuir que éste podría ser un buen medio para compartir la vida con otras personas que estuvieran interesadas, por fin en el 2001 la iniciamos. Cuando dije las intenciones que tenía, al chico que nos la empezó, me respondió literalmente: "Yo no creo en todo  eso vuestro, pero pienso que todas las webs tendrían que ser así". Me dijo: "todas suelen decir quiénes somos y qué hacemos, pero no cómo pensamos, y lo que nos parece importante para vivir".

De hecho es con sorpresa que constatamos la buena acogida que tiene, no solamente por los muchos visitantes, sino de tantos países diferentes (entre 30 y 35 países del mundo, ya que la tenemos en 8 idiomas).
Pero lo que da cada semana la vuelta al mundo, son los Powers Points sobre los evangelios. Entre salmos y evangelios pongo 17 nuevos cada semana, y mando unos 2.000, que a la vez, se multiplican en muchos más, por la gente que los remanda.

No guardo los correos que constantemente se reciben, pero ciertamente que hacen impresión. Y no sólo de creyentes convencidos, sino incluso de jóvenes o mayores, más o menos alejados de la iglesia.
Estos Pps, presentados con imágenes de Tierra Santa, correspondientes a los lugares donde los evangelistas sitúan las palabras de Jesús, vienen a ser el resultado de aquellas reflexiones que durante años fui escribiendo. No tanto directamente copiando los textos que podrían resultar demasiado largos o especializados, cómo metiéndolos en el ambiente evangélico que después de todos estos años procuras que te vaya penetrando.

Es verdad que muy a menudo quedo insatisfecha por la impotencia de decir con palabras aquello que es tan importante para mí, pero lo hago con buena voluntad, pensando que el mismo Jesús pondrá el resto.
 

 

Nadal 2008
En la muerte de un amigo

(Comparto lo que dije en el funeral)
No.
No hemos venido a despedirte,
José (... el nombre).
Estamos aquí para sentir viva tu presencia.
Estamos aquí para recibir
lo mejor de ti mismo
como herencia.
No es en absoluto tu recuerdo,
eres tú mismo que estás a nuestro lado.
Tu corazón tierno,
tu amistad,
tu sonrisa de niño,
los sentimos dentro como algo que nos pertenece.
La vida continuará haciendo curvas
por nuestros caminos, siempre sorprendentes, inesperados,
pero tú,
y todos los que nos han dejado,
estaréis siempre en ellos formando parte.

 

Vacaciones del 2007
Explicación de la fiesta de mis Bodas de Oro 

Aprovechando los días de vacaciones, me propongo cumplir la promesa de explicar la fiesta de mis Bodas de Oro, el pasado 17 de marzo. Algunos me lo pidieron, y lo hago muy a gusto. Me pongo, pues, a escribir en estos momentos de reposo, aunque hayan pasado tantos meses. 

Antes de la fiesta acostumbramos a hacer unos días más intensos de reflexión. Se te da, en esta ocasión, la oportunidad de escoger el lugar donde te gustaría ir. Yo no dudé ni un momento. Lo haría dentro de mi mismo monasterio. Recuerdo que un día de estos una hermana me preguntó cómo me iba el retiro, y la respuesta fue rápida: "Creo que en el mundo no hay un lugar mejor que nuestro pequeño bosque". Y ella estuvo de acuerdo.

Este recorte  de montaña que forma el cercado de nuestro Monasterio, ha sido siempre para mí un lugar privilegiado. En los primeros años de vida monástica, el ancho horizonte que nos rodea, me ayudó a superar las crisis que iban apareciendo. Era justo que ahora lo reencontrara, en estas horas de más      serenidad y paz.  

 ******

Después de la Plegaria de Maitines del día 17, tal como es costumbre, hicimos una reunión comunitaria. Es la hora de hablar con sinceridad de aquello que te   motiva la vida, y te hace feliz. Fue un momento privilegiado del día, donde familiarmente compartimos lo que vivimos juntas.

Yo empecé por agradecer, sobre todo, el perdón que las monjas me dan cada día, porque en el monasterio resulta más fácil darte cuenta de los propios defectos y sentir la necesidad de pedir perdón. Situación que yo valoro como uno de los mejores dones. Pienso que no te deja vivir en el engaño de creerte una persona excepcional, sino parecida a los demás, con defectos e incoherencias como todo el mundo, y esta sinceridad ante la vida te da una felicidad, realista, para mí muy amada.

Después fui recordando los dones que he recibido de Dios, ya desde la infancia, y los que he recibido también de la Comunidad:

Agradecí los primeros "ejercicios espirituales" de mi vida, cuando tenía 9 años, y en los que yo ya dije a Dios que quería consagrarme a Él del todo. Lo recuerdo como si fuera ahora.

Recordé con agradecimiento la formación que recibí en el colegio de las Dominicas de Horta, donde además de darme bases sólidas para la vida, me abrieron al amor a los más pobres y marginados. Cuando tenía apenas 13 o 14 años, yo ya tenía niños y familias pobres a quienes protegía con mis ahorros, o dándoles lo que más me gustaba de mis "posesiones": muñecas, juegos... También la familia me educó en la fe y la solidaridad, y como yo quería ser de Dios, me lo tomé con una radicalidad que a veces a ellos les sorprendía.
Cuándo entré en el monasterio, algunos de los pobres decían a mi familia: "tan buena que era, coño..."  

Y, sobre todo, soy muy consciente del día que el Don de la FE se convirtió en MÍO. Dejando de obrar porqué me lo decían, entré en un compromiso con Dios muy personal. Haciendo las mismas cosas que había aprendido, ahora puse en juego la Libertad. Lo hacía porque yo quería.

El ambiente de piedad de mi familia, con Misas domésticas muy menudeadas me empujaba. Y sobre todo me caló muy a fondo la Fe de mi madre.

También Dios se me comunicó a través de la Parroquia. Yo seguía las actividades con interés,  pero sobre todo vivía muy intensamente las Eucaristías que celebraban los P. Tena (hoy uno es obispo auxiliar de Barcelona). 

Y a los 20 años, a pesar de una cierta oposición de mis padres que pensaban que la vida monástica era para personas ya mayores o fracasadas, entré en el monasterio.  

Yo imaginaba la vida monástica como un lugar donde viviría a solas con Dios, sin que nada más me importara. Me veía detrás de una ventana donde miraría sólo al cielo... Y me encontré con una familia, con las dificultades normales de la convivencia, y quizás aquí aumentadas por el hecho de llevar una vida más cerrada. Nunca pensé en la posibilidad de hacerme atrás, pero ciertamente que en algunos momentos me ahogué: "Vd. No es... Vd. No hace..." y la excusa era mirar las otras para encontrar que: “tampoco  eran... tampoco hacían..."

Me salvó un libro de Teología "La Gracia Divina", de M. Schamus. Si Dios me daba tanto, si Él me amaba tanto, si yo participaba tanto de su Vida, ¿por qué entretenerme en burradas? 

Diez años de clases particulares sobre la Biblia, con un monje sabio y santo, me ayudaron a adentrarme más en el amor gratuito de Dios. Un DON del que me siento plenamente deudora. Y después, el hecho de dar clase yo misma, ha sido la causa de que los Salmos y los Evangelios pasaran a tener un papel muy relevante en mi vocación. Un fruto que muchos de vosotros agradecéis a través de los Power Point de cada Domingo. Vosotros y yo, porque haciéndolos, también Jesús continúa hablándome.  

El Oficio Divino, con los salmos que yo amo tanto, las lecturas bíblicas reflexionadas y las de los Santos Padres, para mí de un valor inmenso, es un REGALO diario, además de la Eucaristía que es verdaderamente el CENTRO del día.  

También el hecho de leer en voz alta durante las comidas, yo encuentro que enriquece mucho. A menudo seguimos libros culturales que de lo contrario no leeríamos. Y las músicas que escuchamos los domingos y fiestas, tan bien preparadas, con una introducción sobre el tema y el texto al alcance, te hacen entrar dentro de lo que podría ser el núcleo de la inspiración musical.

El trabajo de cerámica, para mí tan importante y realizador, y actualmente la elaboración de la página web que tantas recompensas me da, también son  DONES que constantemente estoy agradeciendo y que realmente me hacen feliz.

Creo que entre las gracias más valiosas que he recibido en el monasterio, está también el viaje a Tierra Santa, en 1997. Aunque la estancia fue corta, me preparé tanto, que la geografía de la Biblia  ha entrado a formar parte de mi vida, siempre tan llena de textos Sagrados.

Y, todavía a nivel más interior del monasterio, tengo que decir que formar parte, casi constantemente, de algún "mini grupo" de reflexión con otras monjas, es una cosa que me ha ayudado mucho a trabajar para alejarme de la superficialidad y la rutina.

La CONCLUSIÓN es fácil de prever: gracias a Dios, dije, me siento MUY QUERIDA por las monjas mayores y por las más jóvenes, DON que encuentro muy importante.

Hasta aquí el repaso de mi vida que hice aquella mañana de Bodas de oro.

 ******

A las 12 tuvimos la EUCARISTÍA, donde además de la Comunidad invité a los familiares más próximos: hermanos, y sobrinos con sus hijos.

Como aquélla era "la última Eucaristía en la que yo me sentía protagonista" (seguramente que en la siguiente ya me llevaran) me preparé haciendo dos Moniciones que leí al principio, y en  medio, al iniciar el Canon.

Transcribo las palabras del comienzo:

"Como esta Eucaristía es la mía, me gustaría que nos pusiéramos cómodos, para vivirla sin prisas.

Para empezar os quería decir que la antífona que ahora mismo cantaremos es un regalo que me ha hecho Nuestro Señor. Hace muchos años que deseaba apropiármela en alguna fiesta, y hoy justamente es la que ya toca. De este texto me gusta todo, pero sobre todo la primera frase: "cuando yo santifique mi nombre en vosotros" ... Cuando profesamos solemnemente, nos ponen un anillo donde hay grabada alguna frase  significativa. El anillo que me hizo Joan Fontanillas (un primo) lleva escrito: "Propter magnam gloriam tuam", lo que yo quiero es la gloria de Dios, la "santidad de su nombre".

Cuando lo dije al P. José Breu (un primo presbítero, muy  querido de mi familia) me comentó: ¿"así con Dios estás  a lo que tú quieras"?
A pesar del tono de intimidad entre Dios y yo, nunca lo he vivido como una exclusividad, sino que para mí, como para Ezequiel que escribió este Canto de Entrada, la gloria de Dios es que todos nosotros seamos buenos.

Y San Ireneo dice: "la gloria de Dios somos nosotros", y también: "nuestra gloria es Dios". En este Canto, pues, veo una "SANTIDAD" universal, en un compartir "gloria" entre Dios y nosotros.

En la Lectura del Éxodo encontramos a Dios como fuente que sale de la Roca. En el evangelio Jesús promete a la samaritana "riadas de agua viva saliendo de nuestro ineterior". La Santidad de Dios y la nuestra, ¿no son como unas aguas que corren juntas, sin nunca agotarse"?.

Hasta aquí la 1ª monición de la Eucaristía.

 

Había pedido al P. Andrés Marqués, monje de Montserrat, si quería presidir esta mí Eucaristía, y fue un don la alegría con qué vino.

Su pensamiento a menudo me fascina, y aquel día tampoco me iba a decepcionar. Le pedí que no hablara de mí. Nunca me han gustado los sermones "de compromiso". Resumo su sermón sobre el evangelio de la Samaritana:

"Vemos que Jesús se toma seriamente la samaritana, queriendo liberarla del caos de su vida. Por eso la interpela delicadamente. Con su presencia ha tocado la llaga vital de la mujer para curarla. Después, ella se convierte en la primera evangelizadora de los samaritanos, mucho antes que el diácono Felipe. (Hechos 8,4-8). Es una de las primeras mujeres evangelizadoras del evangelio.

Llagas espirituales o mentales todos tenemos. Sea cuál sea la nuestra, el evangelio de hoy nos invita a acercarnos confiadamente a Jesús que nos quiere dar el Agua de la Vida.

Los monjes y las monjas tenemos las mismas debilidades que todo el mundo, pero justamente nuestra vida quiere ser una opción por esta PEQUEÑEZ que proviene de la confesión de nuestra realidad. Nosotros, según me le gusta decir a la hermana Maria Regina, amamos la KENOSIS del abajamiento de Dios en Cristo.

Es que cuando Dios se nos acercó, entrando en el mundo, no desplazó al hombre que con sus idolatrías no dejaba lugar para Dios, sino que escogió el sitio que nadie quiere: el pesebre de Belén que simboliza la Cruz. La fuerza de Dios fue la pequeñez, la debilidad, la humildad: (1Cor 1,23-25). Y creo que los monjes también hacemos una opción de este tipo, comprometiéndonos con la debilidad, la pequeñez y la humildad. Y eso no lo veo tanto en los tres votos de pobreza, castidad y obediencia, sino en el hecho de que los monjes y las monjas no tienen ninguna misión destacada en la sociedad. Ni ayudar a establecer la justicia social, ni trabajar para  mejorar la enseñanza, ni la sanidad. Entramos en el monasterio para mejorar el mundo convirtiéndonos a nosotros mismos. Nuestro carisma es el más pequeño de todos. No trabajamos para éxitos profesionales, sino que, a través de cualquier trabajo, como la cerámica o el estudio de la filosofía, queremos ser buenos cristianos y así cambiar el mundo.  

Con palabras de la Samaritana, podríamos decir que simplemente buscamos el agua de la Vida "decantándonos del mal y haciendo el bien, buscando la paz y siguiéndola" (Prólogo de la RB). No queremos ser generales de ningún ejército, ni cambiar el mundo con cruzadas. Tenemos bastante con querer llegar a "un comienzo de vida santa" (RB 73,1). Y a menudo Dios bendice esta pequeñez haciéndonos fecundos, con una irradiación que nunca habíamos  buscado. Lo vemos hoy en esta celebración de los 50 años de vida monástica de la Hna. Maria Regina, y damos gracias a Dios con ella".

 

Al empezar la anáfora Eucarística, hice una segunda Monición:

"Recuerdo que cuando era pequeña, en la Parroquia, vivía  mucho la Misa, sobre todo la parte del Canon que ahora empezaremos. Al entrar en el Monasterio me encontré con una riqueza tan grande de plegarias, que los Cánones de las Misas me pasaron más por alto.

Después del Vaticano II, las anáforas se han multiplicado, por eso a veces resulta difícil seguirlas. Yo sentía que ésta era para mí una asignatura pendiente.

Hace unos meses me puse a la tarea, haciéndome mío el itinerario que hay en todas las Anáforas:
- Empezamos recordando el gesto de Jesús a la última cena,
- pedimos que el Espíritu Santo nos haga Cuerpo de Cristo,
- junto con los Santos y nuestros difuntos,
- Y finalmente, pedimos que también nosotros, un día, podamos entrar en este Reino del cielo. 

Si todos los Cánones tienen este mismo itinerario que va de la tierra al cielo, el Canon III, que rezaremos hoy, tiene algunas palabras que encuentro muy expresivas para este día:

- Dice que Dios "nos reúne de levante hasta poniente" (me gusta encontrarnos TODOS, sin excepciones). 
- Es el Canon dedicado a los Santos, y hoy nombraremos a S. Benito y Santa Escolástica, y yo profesé en la fiesta de ésta santa.
- Dice que somos una "familia peregrina", y me gusta decirlo junto a mi familia, en el día de hoy.
-Y, finalmente, pide que nos podamos reunir en el Reino con  "todos los hijos dispersos por el mundo", otra vez TODOS.

¿Queréis una cosa más importante que dejar entrar estos sentimientos, con el fin de aprender a vivir la FRATERNIDAD UNIVERSAL cerca del Altar de Jesús? "

  ******

Al acabar la Eucaristía compartimos juntos otra Mesa, en el refectorio del Monasterio. Monjas y familiares, incluso los más pequeños del grupo, que en este día, alteraron el "silencio" monástico. Y al acabar esperamos las 4 de la tarde   paseando un poco por nuestro bosque. Todo un placer para los no avezados a vivir "en clausura".

******

Por la tarde estaba previsto un compartir "CAMINOS CRUZADOS".  

Ahora sí, con la iglesia llena hasta los topes de viejas y nuevas amistades, intentamos enriquecernos mutuamente escuchando otros caminos y opciones de vida, que cruzados a los nuestros, también colaboran en la construcción de la sociedad.  

Como con muchos ni nos habíamos saludado, inicié yo los testimonios dando gracias de sentirme AMADA de Dios, de la Comunidad y de los amigos. Agradecí, en este sentido, el hecho de recibir muchas "declaraciones amorosas" sobre todo por Internet. Todo el mundo se rió...  

Expliqué que de muy pequeña Dios había entrado en mi vida, tanto a través de la familia, como de la parroquia, y de los pobres del barrio de Horta: los niños tan amados de las barracas de "La fuente del perro", los que vivían en lo que era "La Guineueta-Verdum" y los del barrio de las "casas baratas"  bajo la colina de la Peira.

Y dije que Dios, evidentemente, había llenado mi vida en el monasterio, sobre todo a través de la Vida comunitaria, la plegaria y el trabajo.

Finalmente agradecí el don de la amistad, que ahora, a través de Internet, se ha ensanchado atravesando los continentes. Y acabé leyendo la "felicitación" recibida de mis amigos del Perú, de la que ahora transcribo algunos fragmentos:  

"En este 17 de marzo celebramos la dicha de su llamada y su sí generoso a Dios y a la Humanidad.
Hace 50 años entraste en el monasterio de benedictinas de Montserrat, y tú vocación no té encerró en el claustro, ni la altura de la montaña no té impidieron que veas las necesidades de los pobres del océano Pacífico. 
Son 50 años de intercesión entre Dios y los hombres, 50 años de amor al prójimo, ya que la clausura no te hace huir del mundo, sino vivir ofreciéndote a la HUMANIDAD. 
Le pedimos que salude en sus familiares y amigos, de parte de sus amigos de Chimbote, Perú, que agradecemos sus mensajes de esperanza y amor"
 

Sólo añadí que estaba sorprendida de lo bien que entienden nuestra vocación que de verdad yo siempre he sentido UNIVERSAL. Y sobre todo, dije que sus testimonios muchas veces me han hecho llorar por el amor que traslucen, y su sinceridad.

 Después habló mi cuñado, Mariano Morera, que, emocionado, explicó cómo conoció a mi hermana Maria, y la impresión que le hizo que nosotros rezásemos  el rosario y el ángelus en familia.  

Había pedido a Jordi Rossell (invidente) y a su esposa Ilda, que nos explicaran su compromiso como jóvenes cristianos, muy activos en muchos movimientos. Y lo hicieron con la simpatía que les es propia. También me gustó comprometer a Jordi, a explicar que a pesar de su discapacidad, cada mañana se levanta a las 4 de la madrugada, y con su perro adiestrado, coge el tren y otros medios, para ir a trabajar de informático a Barcelona. Todo un reto para los que vivimos tan cómodamente.  

A pesar de la resistencia que tenía, nuestra Hna. Conxita también participó exponiendo el paso de su conversión, antes de entrar en nuestro monasterio: Siendo no creyente, le atrajo la idea de hacer el Camino de Santiago a pie. Y entrando sin muchas ganas, en una pequeña Iglesia encontró una golondrina cerrada que daba vueltas inútilmente, picando contra las paredes para encontrar la salida. Y sintió que ésta era ella. Al salir de la ermita, se dio cuenta de que se sentía otra persona, que TODO lo veía diferente de antes, y que se encontraba LIBRE.  

Finalmente Luisa Geronès nos compartió un recorte minúsculo de su generosa vida, desde el día que se abrió a Cristo. Su hijo pequeño, del Nepal, marcó su compromiso con Dios y con la sociedad, y la hizo entrar en complicadas situaciones de redes de prostitución, con el fin de liberar a los niños que han quedado atrapados.
Como cofundadora de Àkan, expuso la tarea de la Asociación, para la cual recogimos donativos.  

Intercalando a los testimonios, pedí a algunos amigos músicos que nos ayudaran a alegrar el encuentro:

Primero Maria Mateu cantó, con su voz tan dotada, el " Cant dels ocells “ de Pau Casals. Después Santi Figueres, un gran guitarrista, escogió unas piezas clásicas que hicieron tanta impresión, que hasta los chiquillos se quedaron mudos escuchando cómo iba desgranando las notas. Para acabar, Marc Guillem un amigo cantautor, acompañado por una guitarra, nos ofreció una pieza inédita de Rock.

Ni que decir tiene que los aplausos fueron constantes, y que el ambiente se hizo muy agradable.

******

Al acabar todo el mundo pasó a tomar un refresco y a visitar el taller de cerámica, donde había algunas de mis obras "póstumas": un Cristo de 2 metros, algunos fragmentos de murales de grandes dimensiones... etc.

Todos dijeron que se marchaban muy contentos, y, aunque no lo hubieran dicho, se veía en las caras. También las monjas estuvieron de acuerdo en qué había sido una fiesta muy emotiva.

 Para mí es un placer compartirlo hoy con los amigos de Internet, aunque ya hayan pasado tantos meses. Y me gustaría que también vosotros palparais los DONES de Dios,  tan generoso en la vida de cada uno. 
 

Vuestra

Regina

 

27 de febrero del 2007
Bodas de ORO 17-3-07

Es casi con sorpresa que llego a las Bodas de Oro.

Al entrar en el Monasterio, a los 20 años y de una familia liberal, los conocidos dijeron a mis padres: "tranquilos, que antes de un año volverá a estar en casa". Y puedo decir que, a pesar de todas las incoherencias, no sólo he perseverado, sino que estoy más feliz que nunca.

Recuerdo haber pasado momentos "negros", sobre todo al principio, hasta el día que descubrí que yo era importante para Dios, y que Él me valoraba. Una experiencia primordial para todo cristiano. Éste fue el punto de partida de una nueva existencia que me ha traído hasta aquí.

Aparte de eso, que para mí es lo que tiene más valor, también el trabajo me resulta muy gratificante. Quizás cómo nunca, puedo trabajar a pleno pulmón en la cerámica, no sólo en la tarea del día a día, sino haciendo grandes murales donde la inspiración juega un papel más importante.
Por otra parte, también la elaboración de nuestra página web me da unas oportunidades impensables. Más de 800 visitantes diarios, de unos treinta países diferentes, son la oportunidad de unos contactos realmente estimulantes.

Éste querría que fuera el tono del encuentro "CAMINOS CRUZADOS" del día 17 de marzo. A través del testimonio de diferentes personas, me gustaría que nos diéramos cuenta que la vida es bonita, y que vale la pena saber que la construimos JUNTOS.

 

 

26 de febrero del 2007
Cantatas de Buxtehude

Ayer, domingo 1º de Cuaresma, escuchamos, mientras comíamos, las cantatas de Buxtehude, que podéis encontrar en la página de Música de esta web. ¡Una preciosidad!

La letra tan pía y tan repetitiva, y la música tan bonita y bien cantada, te hacían sentir el agradecimiento delante de Jesús, por su AMOR tan generoso e íntimo.

Cuando lo puse en la web no sabía si realmente resultaría interesante. Hoy no puedo hacer otra cosa que recomendar la audición. Creo que puede ser un gran vehículo para la plegaria cuaresmal.

 

9 de febrero del 2007
El sentido de la vida en el Nuevo Testamento

Resumo una charla que me gustó:
El deseo de felicidad es lo que nos mueve, el motor del nuestros actos. Y hay tres recetas para encontrar la felicidad: llenar la vida de placeres, o llenarla de virtudes, o poner las virtudes y talentos en una causa MAYOR que nosotros. Y es justamente esta última receta la que da sentido a la vida.
Dios da sentido a nuestras vidas diciéndonos que nos necesita y dándonos mucho trabajo. Todo el mundo que nos demuestra que nos necesita da sentido a nuestra vida.

Un psicólogo explica que, siendo él judío, estaba en un campo de concentración, y los guardias nazis les querían hundir haciéndoles sentir que no valían para nada.
Dios, en cambio, nos dice que tenemos tareas importantes para hacer, y así da sentido a nuestras vidas. Nos dice que nos necesita y que trabajemos como Jesús y con Jesús, por su Reino. No nos trata como niños pequeños. Quiere nuestra colaboración, ya que Él ha escogido la economía de la encarnación, donde Él habla a los hombres a través de los otros hombres.

Con todo, Jesús nos dice que somos "sirvientes inútiles". Somos inútiles porque las cosas importantes de la vida no las logramos, y éste es el milagro. Aquí está la Buena Noticia. Dios nos pide que colaboremos con Él haciendo el bien a los demás, no porqué seamos poderosos, sino porqué quiere darnos su Gracia.

Jesús, viene a nosotros a través de los demás, y cuando menos lo pensamos. Y que lo que hacemos a los otros lo hacemos a Jesús, nos da un valor ABSOLUTO, haciéndonos entrar en una tarea DIVINA. Lo que hacemos por los demás, pues, es lo que da sentido a nuestra vida.

 

28 de enero del 2007
La existencia de Dios


Con ocasión de la fiesta de Sto.
Tomás de Aquino, asistimos a un acto académico donde se habló de si la filosofía nos puede demostrar la existencia de Dios.
Resumo lo que más me llamó la atención:
Según
Lutero, Dios se Aquél de quien podemos esperar todos los bienes, y allí donde podemos colgar el corazón. Hay personas que ponen su bien en el dinero, o lo ponen en hacer novenas a S. Antonio y hacen de ello un absoluto. Y eso son idolatrías.

Descartes dice que para demostrar la existencia de Dios no tenemos que partir de la contingencia del mundo, sino de la finitud del hombre. Si me siento finito es porque aspiro a la perfección y entiendo que tiene que existir el Infinito. Pero ésta es sólo una prueba que necesitamos elevarnos hacia el Absoluto. Y que la cuestión religiosa forma parte de la persona humana. Pero no es una prueba de la existencia de Dios.
Como dice muy bien Sto.
Tomás, una cosa es que Dios exista en nuestra mente y otra que exista en la realidad. Y claro está que nuestra razón, que es finita, nunca podrá demostrar la existencia del Infinito.

S. Agustín, ya nos había dicho que para buscar a Dios no hay que ir por fuera, puesto que Él está en nuestro interior. Y, dice, si te encuentras mudable trasciéndete elevándote hasta la Luz. Y, para él, estas ascensiones hacia Dios son filosóficas por el origen, pero místicas por el final donde llegan. Y dice que los presupuestos para elevarse hacia Dios son la pureza de corazón y el espíritu de adoración. En estas "anábasis" (elevaciones) de Agustín, entra la razón, pero también el impulso superior de la FE.
Igualmente S.
Anselmo empieza por la dialéctica y acaba en la plegaria.

¿Podemos hablar, pues, de pruebas filosóficas de la existencia de Dios? Evidentemente que no de pruebas "more geométrico" (como 2+2=4) sino que debemos decir que creer en la existencia de Dios es razonable, siempre que ponemos la FE. Reanudando lo que decía Lutero, Dios es Aquél de quien esperamos todos los bienes. Por lo tanto, creer a Dios, supone CONFIAR. Para encontrar a Dios, pues, nos hacen falta la mente (la filosofía) y el corazón (la FE que desea).
 

 

10 de enero del 2007
Josefina Peralba


Después de mucho tiempo de desearlo, por fin, pude abrir una página sobre Catequesis en la web. Entre el material que tenía recogido estaban los "pensamientos que hacen pensar" de
Josefina Peralba, extraídos de la Hoja diocesana de Vic. Me había detenido muchas veces, preguntándome quién podía ser aquella Josefina, tan aguda, y ¡¡¡con tanto juicio!!!

Este día, después de cerrar el ordenador, abrí el buzón de correos, y casualmente encontré nuevas Hojas diocesanas de Vic. Me sorprendió que los PENSAMIENTOS no llevaran el nombre de Josefina. Al abrir las páginas interiores, supe que Josefina había muerto en la residencia donde vivía, desde de quedar viuda.

Y di gracias a Dios por tantas personas que hacen el bien sin ostentación. Di gracias por las reflexiones de aquella Josefina, y por las de tantos otros que sin salir en las primeras páginas de los medios, comunican bondad con palabras sencillas y caseras. Agradecí todas las Josefinas del cielo y de la tierra, que nos ayudan a vivir y andar.

Siempre que pueda, continuaré poniendo "pensamientos que hacen pensar" en la página de Catequesis, o sea pensamientos que hacen VIVIR. Quién sabe si harán bien, también, a otros.

 

3 de enero del 2007
El Cordero que toma el pecado


Jesús, tú eres el Cordero que tomas nuestros pecados, y nosotros todavía no nos hemos dado cuenta. Nosotros todavía vivimos frente a nuestro
mal, y el de los demás. Como si nunca hubiéramos recibido el Espíritu de HIJOS.
Vivir "desculpabilizados" podría ser el mejor don de esta Navidad.

Quizás entonces nacería en nosotros el
gozo del agradecimiento por todo lo que recibimos.

 

2007
VIGILIA DE FIN DE AÑO

Se hace difícil explicar la Vigilia  de oración de esta noche inolvidable del nuevo año.

Como siempre, hemos estado en COMUNIÓN con algunos hermanos necesitados de nuestro planeta. Este año "hemos sido tocados" por los hermanos de Santa Cruz de Quiché y de Teleman, de Guatemala, a través de la ONG "ABIERTOS AL MUNDO" que encontró la iniciativa en la hospedería de nuestro Monasterio, hace dos años.

Cuatro nocturnos llenaron una hora y media de plegaria que se hizo corta. Si como decían los antiguos monjes, los que vivimos en los monasterios nos separamos del mundo para estar más unidos a él, ayer, todos los que nos reunimos, lo experimentamos plenamente.

Durante unos silencios largos, se dio la opción de entrar a los claustros para contemplar las estrellas ...
ALLÍ NOS ENCONTRAMOS TODOS

 

1 enero del 2007
UN NUEVO AÑO DE GRACIA

Acabo de leer unas palabras de nuestro obispo Agustín Cortés, que me han dado la tónica para el nuevo año.

"Ser espiritual no quiere decir pensar cosas elevadas y desentenderse de compromisos. Para los cristianos "espiritual" quiere decir transformado de arriba abajo por el Espíritu Santo, bien entendido que el Espíritu no deja nada para cambiar: inteligencia, sentimientos voluntad, afectos ...

C. Virgil Gheorghin empezaba su novela "De la hora 25 a la hora eterna" diciendo que el icono más bello que él había contemplado en su vida, era la cara de su padre, mostrándole el camino hacia Dios.

Jesús dice que cuando nuestro ojo es bueno, todo el cuerpo nos queda iluminado por la luz interior. Y esta luz es el Espíritu Santo que todo lo transforma. Los ojos creyentes, pues, transfiguran nuestro ser. Entonces la vida es motivo de alabanza, el dolor camino de salvación y el trabajo obra de la maravilla del Espíritu del Señor".

Y el motivo mes grande de FELICIDAD debe ser recibir de Cristo un nuevo AÑO DE GRACIA.

 

31 diciembre del 2006
Una anciana con corazón joven


Hoy en el evangelio,
Ana, la anciana que nunca se movía del templo rogando a Dios, nos es un ezicate para no cansarnos de dar gracias a Dios. Ella mira la vida en clave de favor. Por eso, después de ver el Niño no para de explicarlo a todo el mundo.

Es la FIDELIDAD la que ha mantenido JOVEN el corazón de Ana ...

 

25 de diciembre del 2006
La genuflexión de Navidad


A menudo la fiesta de Navidad se centra en la larga Vigilia de la noche. Dos horas y media cantando salmos y plegarias, te comunican el misterio de forma realmente intensa. Vives el gusto de agradecer a Dios lo que hace por nuestro mundo, y lo vives intentando dar voz a los que no lo hacen y repartiendo los frutos cabe a todas las direcciones. ¡Los textos y las músicas son tan bonitos!

Pero este año me ha calado a fondo la eucaristía del día. Me he detenido más en la Navidad desde el Padre que nos envía al Hijo. Desde el Padre que nos llama Hijos en el Niño. Es
por eso que me ha parecido importante arrodillarnos a la hora del "credo" al decir: "nacido del Padre antes de los siglos ... descendió del cielo, y se hizo hombre."
A pesar de que estas rayas lo expresen tan superficialmente, el sagrario, el altar y el Cristo del ventanal saben la complicidad de éste momento.

 

24 de diciembre del 2006
Día de reflexión preparando la Navidad


Hoy es un día de SILENCIO, para acoger la PALABRA de Dios que se quiere hacer carne humana, Cuerpo dentro de nuestro cuerpo.
Nos decía S.
Agustín en Maitines: "Celebramos la fiesta en que el Dios eterno llega a nuestro tiempo. ¿Queréis Gracia mayor que la del Hijo de Dios convertido en hijo de hombre, y así transformando al hijo de hombre en Hijo de Dios"?.
Hagamos SILENCIO de
egoísmos, de sed de autosatisfacciones ... para que resuene en nuestro interior el que es la PALABRA.