LUNES II: Jesús no quiere seguir la interpretación que los rabinos han hecho de la tradición judía

Jesús defiende a los discípulos que rompen con las viejas tradiciones rabínicas del ayuno. Él empieza una nueva forma de relacionarse con Dios, ya que es el ESPOSO del reino. Viniendo al mundo, Dios ha celebrado unas Bodas con la humanidad. Para encontrar a Dios no son necesarias las prácticas externas, puesto que Él está dentro de nosotros. Y en la práctica, hay que apañar nuestro quehacer "viejo", con la ropa "frotada" con una austeridad de vida.

MARTES II: Como Jesús, tenemos que estar por encima de la Ley.

Los discípulos arrancan espigas en sábado para comérselas. Los judíos los acusan. Jesús les defiende diciendo que Él es Señor de la Ley del sábado porque, como a Hijo del hombre, es SEÑOR de todo lo que pertenece a la persona humana. Y sus discípulos tampoco tienen que dejarse esclavizar por ninguna ley, ya que su meta es convertirse en "humanos" como Jesús

MIÉRCOLES II: Porque hace el bien en sábado curando a un hombre que tiene la mano paralizada, los judíos no sólo se le oponen sino que lo quieren matar.

HACER EL BIEN es la única ley EVANGÉLICA que nos ha dado Jesús, el NUEVO LEGISLADOR. Por eso cura en  sábado, porque para Él lo importante es el bien de las personas, no las palabras de la Ley. Los fariseos no valoran los demás, sino su propio conocimiento de la Ley.

3- Unos aceptan a Jesús y otros se le oponen

JUEVES II: Los rabinos rechazan a Jesús, pero la multitud de gente sencilla va hacia Él

Jesús es el mismo para los unos y para los otros, pero los ojos que lo miran son diferentes. Marcos quiere resaltar el contraste entre el deseo de asesinarlo de los jefes del pueblo, y las multitudes extranjeras (de Tiro y Sidón) que lo siguen. Para CREER no hace falta mucha "ciencia", ni mucho "progresismo", sino acercarse a Él como las multitudes que lo empujan. Cuando caen las ilusiones, que Él sea la certeza de nuestra vida.

VIERNES II: Jesús se escoge otro PUEBLO.

Jesús llama a los Doce. Quiere que extiendan su Buena Noticia, y que "estén con Él". Dos vertientes de la vida misionera, según el Jesús de Marcos. En la montaña, lugar que acerca a Dios, Jesús nos llama por el NOMBRE, para que sigamos el plan evangélico que Dios tiene para cada uno de nosotros.

SÁBADO II: Hasta su familia se opone a Jesús.

En este conjunto de reacciones a favor y en contra de Jesús, la tradición de Marcos, muy antigua, recoge un hecho escandaloso: Ni los parientes de Jesús lo entienden. Dicen que está loco. ¡Qué sufrimiento y qué soledad la suya! ¿Y nosotros? ¿Nos dejamos llevar por la "locura" del Reino, o preferimos la "sensatez" de los humanos?

LUNES III: Las AUTORIDADES aseguran que Jesús está endemoniado

A raíz de las expulsiones de demonios que hace Jesús, los maestros de la Ley dicen que Él está poseído por Beelzebul. Pero Jesús confiesa ser "EL FUERTE", prometido por Isaías (Is 49,24), que tiene atadas las fuerzas del mal. Esta interpretación sobre Jesús es la peor blasfemia contra Su Espíritu Santo. La FE empieza en el corazón. Para quien no quiere creer, mil certezas no son más que un engaño.

MARTES III: La NUEVA FAMILIA de Jesús

Concluimos esta sección de aceptación o rechazo de Jesús con este fragmento realmente privilegiado. Quizás uno de los más impresionantes del evangelio. Los reunidos en torno a Jesús son su NUEVA FAMILIA. Entre Tú y nosotros, Señor, hay unos vínculos más fuertes que los de la sangre. Nosotros somos tu Madre y tus Hermanos.

4- Parábolas sobre el REINO

MIÉRCOLES III: A pesar de las dificultades, la semilla del evangelio dará fruto

Jesús no predica dentro de la iglesia, sino en la calle, en una barca. Dice que Dios ha esparcido las semillas del Reino, magnánimamente, por toda la tierra. No sólo a sus discípulos, sino en el corazón de cada persona. Ahora depende de nosotros el fruto. La parábola del sembrador, pues, habla de la iniciativa de Dios que hace falta que cada uno haga fructificar. Con todo, sabemos que el amor de Dios es mucho mayor, que nuestra capacidad de acogimiento.

JUEVES III: Quién tenga oídos que lo oiga

El fragmento de hoy se tiene que relacionar con la parábola del sembrador:
. El secreto del Reino, escondido en la tierra, es para ser descubierto y puesto a la luz, en un lugar visible.
. Quien tenga oídos que escuche la Palabra que Dios siembra en nosotros cada día.
. A los que han recibido la Palabra y dan fruto, Dios les dará mucho más, pero a los que no lo han recibido, el "mal" les tomará hasta aquello que tenían.
Hace falta, pues, que miremos como ESCUCHAMOS. No como los maestros de la ley, sino como la gente sencilla que rodea a Jesús.

VIERNES III: La semilla que crece sola

La parábola de la semilla sembrada que germina y crece sin que nosotros sepamos cómo, propia de Marcos, nos dice que el Reino tiene una fuerza superior a la de nuestro trabajo. Dios es MAYOR que nosotros. Y a la vez la parábola es un llamamiento al respecto ante las actuaciones de los demás, sin exigirles más de lo que pueden dar. Confiemos en la fuerza de la SEMILLA.

5- Milagros que revelan quién es Jesús

SÁBADO III: ¿Todavía no tenéis FE en Jesús?

Jesús duerme en la barca porque vive CONFIADO. Cuando los discípulos se asustan ante el fuerte temporal, Jesús les recrimina que no tengan FE. La FE nos hace ir más allá de las propias seguridades y nos pide que nos dejemos llevar por el Dueño del barco de la Vida. Entonces ocurrirá el MILAGRO. ¿No nos damos cuenta de quién ES este Jesús que hasta el mar le obedece?

LUNES IV: Uno endemoniado pagano es curado

Además de la confesión, por parte del poseído por el demonio, que Jesús es el HIJO del Dios Altísimo, en el milagro del endemoniado de los cerdos, vemos cómo el mal atormenta a la persona de mil maneras incomprensibles, mientras que Jesús viene a liberarla, devolviéndole la dignidad. Donde tenemos el rincón malo, Jesús entra porque poner la SALVACIÓN de Dios.

MARTES IV: Dos milagros fruto de la FE en Jesús

La mujer que sufre pérdidas de sangre toca a Jesús con la profundidad de una gran Fe, a pesar de ser una persona sencilla. El jefe de la sinagoga también cree en Jesús, a pesar de ser importante. En los dos casos Marcos nos dice que la situación es desesperada. Y la FE hace el milagro. Nosotros tendemos a acercarnos a Jesús con un cierto orgullo de "buenos". Entonces no recibimos sus dones.

MIÉRCOLES IV: Los de Nazaret no CREEN

El episodio de Nazaret da al evangelio de Marcos un final de rechazo a la predicación de Jesús. Los de Nazaret
se escandalizan de Él, porque les resulta demasiado cercano. Todos tenemos el peligro de escandalizarnos de los que tenemos más cerca. La FE pide humildad.

6- Los PREDICADORES del Reino

JUEVES IV: ENVIADOS a ser como Jesús

Jesús envía a los doce, también a nosotros, con "pobreza", sin estallidos ni estrategias para tener éxitos humanos. Tienen que ir de dos en dos, en "comunidad", con el fin de practicar el amor fraterno. Sólo el amor predica por sí solo: "mirad como se aman" era el distintivo de los cristianos.

VIERNES IV: Los seguidores de Jesús tienen que dar la vida, como Él mismo

La muerte de Juan Bautista, decapitado por Herodes, hace presentir el final que tendrán Jesús y sus apóstoles. Herodes con su mezquindad y flojedad, y Herodies llena de amargura y crueldad, anuncian la acogida que los "grandes de este mundo" darán al Reino. No nos ha que extrañar que sea una constante a lo largo de la historia.

SÁBADO IV: La COMPASIÓN es esencial

Cuando los apóstoles vuelven cerca de Jesús, Él los invita a descansar a su lado. Hacía falta que "estuvieran con Él" había dicho Marcos. Pero el gentío los sigue y Jesús tiene compasión. Sabe que les faltan PASTORES. También nuestro mundo hoy puede estar desorientado por falta de verdaderos maestros espirituales. La compasión es más necesaria que nunca.

7- Milagros en torno a MULTIPLICAR los PANES: Los discípulos tienen que repartir el PAN de Jesús

LUNES V: Jesús cura sólo tocándole el manto

Marcos recalca el poder extraordinario del Jesús que "multiplica los panes". Las multitudes lo reconocen y él las cura "sólo de tocarle la borla del manto". Pero los milagros no tienen para Jesús, la importancia que les damos nosotros mismos, o los del "Palmar de Troia". Lo que Él quería, era hacer nacer la FE. Ni los discípulos lo entendieron. El final trágico de Jesús, tiene la decepción de todos aquéllos que esperaban el GRAN MILAGRO: verlo bajar de la Cruz. Este milagro reclamado con insolencia por unos, secretamente esperado por otros, no se produjo. Y fue precisamente esta ausencia de milagro, aquello que fue, y es todavía, el MILAGRO SUPREMO de Dios.

MARTES V: No a la hipocresía

Marcos explica las purificaciones judías, externas e hipócritas, antes de comer, para decirnos que Jesús no quiere que las practiquemos antes de tomar su Pan. Pero del peligro de hipocresía no se escapan ni los fariseos, ni nadie. No cumplimos de corazón, aquello que decimos con los labios. En el evangelio de mañana encontraremos la solución.

MIÉRCOLES V: Limpiemos el CORAZÓN

Cuando está "en casa", Jesús enseña a los discípulos cómo purificar el corazón. Si el corazón es el centro de la persona, el ser humano sólo se realizará si evita las malas intenciones. No podemos soltar nuestro corazón a cualquier sentimiento de odio o envidia que venga.

JUEVES V: Una pagana come el Pan de los hijos

La humilde fe de esta mujer cananea hace estallar las fronteras demasiado estrechas del judaísmo. Poniéndose "bajo la Mesa" del Reino, Jesús le concede "migajas" de Vida para su hija. Para nosotros es una invitación a amar a todo el mundo, superando cualquier exclusivismo.

VIERNES V: Otro pagano es curado

Lo sordo-mudo está atrapado por su discapacidad. Jesús es lo bastante poderoso para hacer un milagro brillante. La gente se admira, pero Él no quiere que se queden en estas maravillas externas. Hoy nos podemos preguntar de qué sordera necesitamos que Jesús nos cure. Porque por la acción del Espíritu, y a través de los sacramentos y de los hermanos, Jesús siempre quiere curar.

SÁBADO V: Jesús NOS ALIMENTA porque es compasivo

Ya hace "3 días" que la gente sigue a Jesús y no tienen nada para comer, porque vienen "de lejos". El tercer día es el de la muerte y la resurrección. Jesús se compadece  de la multidud dándoles sus Panes. Todos quedan saciados con esta Eucaristía. También nosotros hoy venimos de la "lejanía" de nuestros egoísmos, y estamos sin fuerzas para superar tantos desastres mundiales. Jesús nos hace sentar, y nos da su Pan. ¡Senyor, haz que, con éste Alimento,  nos penetre también tu COMPASIÓN!.