LUNES XV: Perder la
vida para encontrarla |
Al final del Sermón a
los "enviados", Mateo nos pone la norma más repetida en los
evangelios: tenemos que perder la vida para ganarla. No amar al
padre o la madre, o cualquier otra cosa, más que a Jesús, es,
justamente, perder la vida para encontrarla. Y éste "no anteponer
nada al amor de Cristo" es la CRUZ que tenemos que tomar cada día
para ser buenos cristianos. Es que si la paz fuera de color de rosa,
sería un retorno en los pañales. La Paz de Jesús se gana con la
"espada", y en medio de conflictos en el seno de uno mismo, con el
fin de ser "digno de Él". |
Tercera parte
Mt 11-13:
"Él no disputa ni rompe la
caña resquebrajada".
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A pesar de que su generación lo rechaza, Él no disputa. Pero les
habla en Parábolas que ellos no entienden. |
MARTES XV: Las poblaciones
que no se han convertido |
Como los de Corazín,
Betsáida, y Cafarnaún: Nosotros hemos visto muchos más milagros que
los de Tiro y Sidón, y quizás tampoco nos hemos convertido. Tenemos
el milagro de la Eucaristía de cada día, el de recibir el perdón, el
de la estimación de los hermanos, todos son un gran don y una gran
RESPONSABILIDAD que nos tendría que ayudar a ser mejores. Ojalá no
dejemos de maravillarnos. Y pidamos a Dios que allí donde no llega
el poder de nuestra naturaleza, Él llegue con la fuerza de su gracia
(Regla de S. Benito). |
MIÉRCOLES XV: La aceptación de los sencillos |
La generación de los
sabios y entendidos que viven en las grandes ciudades, no ha
aceptado a Jesús, sino sólo lo han acogido los humildes. Pero la
sencillez no se improvisa. En el momento que piensas que eres
sencillo, dejas de serlo. La mejor humildad es la que no ves.
Tenemos que abandonarnos en manos de Dios, sin dejar de trabajar
interiormente. La sencillez y la sabiduría auténticas que no están
en absoluto reñidas. |
JUEVES XV:
Venid todos los cansados |
Es muy saludable repasar
la ternura de Dios actuando en nuestra vida. Ella conduce todos los
cansados y agobiados. Todos tenemos altibajos, y puede ser útil ver
a través de todo eso, la mano de Dios que nos guía con su YUGO SUAVE. |
VIERNES XV: Lo que Yo quiero es amor |
No solamente Jesús, sino
también los discípulos que cogen espigas, son rechazados. El ídolo
pide ofrendas de víctimas para poder imponerse. Dios quiere amor,
MISERICORDIA. Por eso el amor es la actitud propia de los cristianos. |
SÁBADO XV: No
apaga la llama que humea |
Jesús se retira de las
miradas de los fariseos porque quiere llevar a cabo su ministerio
sin hacer ruido. No disputará, ni se oirá su voz por las plazas. No
romperá la caña resquebrajada, ni apagará la llama humeante. No
quiere violencia, sino acercarse a los "pequeños" con gesto
benevolente a fin de reavivar la llama que quema en su corazón. |
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