LUNES XXVII:
Convertirnos con el fin de amar como Jesús, el buen samaritano |
Para explicar el mandamiento
mayor, Jesús dice la parábola de dos hombres que en el camino de la
vida se encuentran con un "desvalido". Mientras el sacerdote y el
levita (!!!) pasan de largo, un forastero lo cura, y lo lleva al
hostal. Eso es lo que ha hecho Jesús con nosotros. Ni sacerdote, ni
levita, sino simple "laico", Él nos ha tomado sobre sus hombros y
nos ha llevado al Hostal de Padre. También nosotros, pues, tenemos
que hacer igual.
Amar es hacer al otro lo que Dios ha hecho contigo. Si no valoro el
gesto gratuito de Dios para mí, no sabré amar gratuitamente a los
que tengo alrededor. |
MARTES XXVII:
Convertirnos para saber escuchar y servir |
Siguiendo el camino, Jesús entra en un pueblo y es acogido por Marta
y María. María, se sienta a los pies de Jesús escuchando sus
Palabras. Marta está ajetreada sirviéndolo. Son dos actitudes
cristianas importantes, y no podemos dejar ninguna de los dos de
lado. Jesús riñe a Marta porque haciendo demasiadas cosas, desprecia
el lugar de María. El de María es el
mejor
lugar, el más importante, pero también a María le tocará después
servir. Dios nos envía hacia los hermanos, y éstos nos llevan a Dios,
que es la mejor parte que durará eternamente. |
MIÉRCOLES XXVII:
Convertirnos para saber decir el
Padrenuestro |
Para S. Agustín las
intenciones del Padrenuestro son la única plegaria cristiana
adecuada. La verdad es que contiene unas intenciones tan centrales,
que creo que pueden alimentar durante años nuestra plegaria. Tal vez
podemos tener bastante con repetir de corazón: "Sea santificado tu
nombre" o "venga a nosotros tu Reino" ...
Y quizás se pueden decir estas plegarias poniendo a distintos
interlocutores:
- "sea santificado el tuyo", decirlo desde el corazón de Jesús,
lleno de amor al Padre.
- "Venga vuestro Reino", decirlo desde el corazón de la Iglesia,
sacramento del Reino en la tierra.
- "Perdonadnos, así como nosotros perdonamos," decirlo desde el
propio corazón pecador. |
JUEVES XXVII:
Rogar con atrevimiento |
La palabra "insistencia", en
la plegaria, literalmente significa "atrevimiento, cara dura" ...
puesto que el Padre del cielo sólo sabe dar "cosas buenas" a
los que se las piden. En la plegaria del amigo que llama a deshora,
vemos que tenemos que rogar con los ojos abiertos a los demás,
abiertos a TODO el MUNDO. Es Jesús el que llama a través del hermano
que nos tiende la mano. Entonces, conscientes de nuestra
indigencia, nos ponemos a rogar.
Dice un rabino: ¡"Si el inoportuno vence el Maligno, cuánto más al
Dios de Bondat!" |
VIERNES XXVII:
Convertidos para tener la casa llena |
Algunos interpretan que
Jesús saca a un demonio por el poder de Beelzebul, el príncipe del
mal. Ellos no tienen el Espíritu, su "casa" está vacía. Liberados
del pecado, nosotros tenemos que permanecer atentos a la Palabra de
Dios y practicarla. Nuestra "casa", después que el "dedo de Dios" la
ha limpiado, no puede quedar vacía, sino habitada por Aquél
que es el Fuerte y nos defiende. |
SÁBADO XXVII:
Escuchando la Palabra y guardándola |
Una mujer felicita a Jesús
por la Madre que ha tenido. Esta exclamación de la mujer, en Lucas
tiene el tono de una advertencia a estar DISPONIBLES para el Reino,
como María |
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