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Eclesia
6'04
Secuencia dedicada
a las once mil vírgenes
Celebra Sta. Úrsula, que según una leyenda habría sido martirizada en
Colonia. En la iglesia del monasterio donde había sido educada
Hildegarda, había las reliquias de Sta. Úrsula.
Miniatura de la Iglesia (Sión)
que sostiene a la humanidad
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O Ecclesia,
oculi tui similes saphyro sunt,
et aures tue monti Bethel,
et nasus tuus est
sicut mons mirre et thuris.
et os tuum quasi sonus
aquarum multarum.
In visione vere fidei
Ursula filium Dei amavit,
et virum cum hoc seculo reliquit,
et in solem aspexit,
atque pulcherrimum iuvenem vocavit
dicens:
In multo desiderio
desideravi ad te venire
et in celestibus nuptiis tecum sedere,
per alienam viam ad te currens
velut nubes quae in purissimo aere currit
similis saphiro.
Et postquum Ursula sic dixerat,
rumor iste per omnes populos exiit.
Et dixerunt:
innocentia puellaris ignorantie
nescit quid dicit.
Et ceperunt ludere cum illa
in magna symphonia,
usque dum ignea sarcina
super eam cecidit.
Unde omnes cognoscebant,
quia contemptus mundi
est sicut mons Bethel.
Et cognoverunt etiam
suavissimum odorem mirre et thuris,
quoniam contemptus mundi
super omnia ascendit.
Tunc diabolus
membra sua invasit,
que nobilissimos mores
in corporibus istis occiderunt.
Et hoc in alta voce
omnia elementa audierunt,
et ante thronum Dei
dixerunt:
Wach! rubicundus sanguis
innocentis agni
in desponsatione sua
effusus est.
Hoc audiant omnes caeli!
et in summa symphonia
laudent agnum Dei!
quia guttur serpentis antiqui
in istis margaritis
materie verbi Dei suffocatum est. |
Oh Iglesia,
tus ojos son semejantes en el zafiro,
tus orejas a la montaña de Betel,
tu nariz
es como una montaña de mirra e incienso,
y tu boca como el sonido
de aguas abundantes.
En la visión de la fe verdadera
Úrsula amó al Hijo de Dios,
y renunció al hombre y al mundo,
y miró el sol,
y llamó al joven más bello
diciendo:
Con gran deseo he deseado
venir a Ti y sentarme a tu lado
en las bodas celestiales,
corriendo hacia Ti por otro camino,
como las nubes que corren en el aire puro
como el zafiro".
Después que Úrsula hubo hablado así,
este rumor se extendió por todos los pueblos.
Dijeron:
"La inocencia de la ignorancia juvenil
hace que no sepa lo que dice".
Y empezaron a reírse de ella,
todos en coro,
hasta que una gran llamarada
bajó encima de ella.
Y así, todos comprendieron
que el desprecio del mundo
es como la montaña de Betel.
Y conocieron también
el dulce olor de la mirra y del incienso,
ya que el menosprecio del mundo
lo sobrepasa todo.
Entonces el Diablo
invadió sus miembros,
y en este cuerpo
mató las costumbres más nobles.
Y todos los elementos
sintieron eso en voz alta,
y dijeron
ante el trono de Dios:
¡"Ay! La roja sangre
del Cordero inocente
ha sido derramada
en sus bodas".
Que todos los cielos lo oigan
y en concierto supremo
alaben al Cordero de Dios,
pues la garganta de la serpiente antigua
ha sido ahogada con estas perlas,
de la materia del Verbo de Dios. |